Francesca Woodman
El estilo nórdico es originario de Noruega y Suecia, aunque con el paso de los años el concepto se ha extendido a otros países como Dinamarca, Islandia y Finlandia. Es considerado uno de los más populares del mundo y es el estilo de mi taller de enmarcación “CONTEMPLA”.
Historia del estilo nórdico
Su característica principal, desde sus orígenes, es la funcionalidad, ya que vivir en el norte requería que los productos fueran útiles y duraderos. El uso de la madera de sus bosques viene propiciado por su aislamiento geográfico.
La elegancia propia del estilo no llegó hasta más tarde, cuando empezó a combinar la influencia de los movimientos decorativos de principios del siglo XX con la sencillez de los movimientos artísticos de entre guerras.
Buena parte de estos artistas, con el objetivo de crear objetos más estéticos de uso cotidiano, adoptaron como filosofía el lema:
El artista a la industria
El objetivo principal del estilo era crear entornos y diseños confortables, alegres y cómodos, que hicieran llevadero tener que pasar mucho tiempo en casa por la falta de horas de luz.
Además, con las ideas democráticas en pleno auge, se hacía mayor hincapié en el hecho de que los diseños debían de ser accesibles para todo el mundo, por lo que a menudo era llamado “diseño democrático”, una idea que también compartía la Bauhaus.
Características del estilo nórdico
Este estilo busca crear un ambiente más natural y luminoso debido a que la luz del sol no suele estar presente durante muchas horas en los países nórdicos. Se caracteriza principalmente por la creación de espacios diáfanos y confortables.
Cosas bellas que hacen tu vida mejor
El color blanco, las plantas y la madera al natural son protagonistas. Se utiliza también el color gris por su versatilidad y atemporalidad. No pueden faltar los detalles negros para agregar elegancia y se suman toques de color, más que nada verdes y azules.
Sus palabras clave son:
Luz
Funcional
Minimalismo
Natural
Armonía
Belleza
Conservación
Atemporal
